Los quesos y vinos de Tequisquiapan, los cuarzos del tercer monolito más grande del mundo, Peña de Bernal y la Sierra Gorda de Querétaro son los principales atractivos de este estado, que es la puerta de entrada al norte del país. Apenas a dos horas de la Ciudad de México, Querétaro es más que un destino más de fin de semana. Aunque la ciudad de Querétaro está en constante crecimiento, su Centro Histórico está muy bien conservado y vale la pena dedicarle un día entero. Después de descubrir el encanto de esta metrópoli, viaja a los pueblos mágicos que lo rodean. El primer sitio que debes visitar es Tequisquiapan. Si eres amante del vino, podrás recorrer varios viñedos y hacer degustaciones y maridajes, te sorprenderá la diversidad de sus quesos, uno de los otros insignia de la región. Ecoturismo en Querétaro Hacia el noreste está el maravilloso pueblo minero Peña de Bernal, cuyo nombre hace referencia a la roca gigante homónima. Uno de los objetos más representativos de este lugar son los cuarzos brillantes que encontrarás en todas las tiendas especializadas en piedras que conquistarán tu vista y que te invitarán a ascender hasta la cima desde donde verás el valle semidesértico. Si te adentras a la Sierra Gorda, o al mirador de 4 palos, verás como la vegetación semidesértica cambia de forma radical y se convierte en un bosque verde lleno de agua, cuando estés rodeado de esta exuberancia sabrás que has llegado a la Sierra Gorda. Después podrás perderte en sus cañones, ríos, cascadas y pozas, de cruzar el Puente de Dios, de escuchar la cascada Chuveje, llegarás al pueblo de Jalpan donde descubrirás sus misiones emblemáticas. Este viaje lo puedes realizar en tres o cinco días, dependiendo de que tanto vino tomes y cuanto tiempo desees dedicarle
Los quesos y vinos de Tequisquiapan, los cuarzos del tercer monolito más grande del mundo, Peña de Bernal y la Sierra Gorda de Querétaro son los principales atractivos de este estado, que es la puerta de entrada al norte del país. Apenas a dos horas de la Ciudad de México, Querétaro es más que un