25.04.21 La vuelta a México inicia encontrando La Paz en la bicicleta.- El canto de una, dos, tres, cuatro, cinco, diez, innumerables, al amanecer me hacen abrir los ojos, pareciera en un árbol junto a mi puerta se juntan cientos a dar vueltas anunciando y trinando la nuevo día, comienza la vida, el sol se filtra por las cortinas, veo el reloj es demasiado temprano, en mi mente comienzan a sonar los versos de lo que debo de escribir, la mente está fresca, el cuerpo cansado empieza a darme sus señales de cansancio, abro los ojos de forma definitiva al nuevo día y el canto de mis teclas se une al de los pájaros, hemos despertado. Después de darle la vuelta al día reviviéndolo en tinta me siento satisfecho del inicio del día y de la travesía, estoy en Tepic, faltan tres horas para llegar, tengo mucho por hacer, manejar tres horas a Mazatlán, hacer una nueva maleta con las cosas de la bicicleta, comprar cinta canela, duck tape, hule espuma y unas tijeras para meter la baika en la caja, dando vueltas por la casa, el coche, se me van las horas, vuélvese el cuarto entero un desorden, mis cosas en el suelo viéndome, y yo eligiendo. Pareciera el movimiento de un loco en un cuarto, entro, salgo, acomodo, desacomodo, abro, cierro, aviento, se me antoja un café, saco la máquina para calentar el agua, me meto al baño para hacer el menos desastre posible, en el lavabo hago mi mezcla con la wakako (tener una cafetera italiana portátil si bien es un lujo también es un desastre), el lavabo, la taza llenos de borra de café húmedo al que se le ha extraído la esencia, me quemo una vez las manos en el proceso, pero al final veinte
25.04.21 La vuelta a México inicia encontrando La Paz en la bicicleta.- El canto de una, dos, tres, cuatro, cinco, diez, innumerables, al amanecer me hacen abrir los ojos, pareciera en un árbol junto a mi puerta se juntan cientos a dar vueltas anunciando y trinando la nuevo día, comienza la vida, el sol se