Rezo en medio del silencio, de los órganos, del cielo estrellado para que este año mi alma se llene de júbilo y pueda sentir y compartir maravillosas experiencias, paisajes, proezas, descubrimientos y creencias. Que la musa travesía me acompañe día a día en la transmisión de mi poesía, que el verso se transforme en musical narrativa y acompañe, inspire y ayude a quienes desean vivir grandes experiencias en el logro de ellas. Hoy cumplo 44 años, inicia un nuevo ciclo y continúo el que he iniciado en los últimos meses en mi búsqueda de mi propio sentido, mi fuente original, el grito inaudito que me llama desde más allá, intento armonizar con esta energía y me busco llenar de ella para que mi brújula se oriente hacia donde debe estar, y viva lo que debe vivir, sentir, escuchar, y aún mas, que mi conciencia se concentre fuerte en una vibración más alta, más lumínica y más sagrada, que siga volando alto y de a la caza alcance, por que este volar me ha convenido y de este fascinante trance deseo despegar hacia la comprensión de intereses más grandes, que me sobrepasen, como este cielo estrellado en la sierra de órganos donde mi canto nace. Respiro y en mi frente choca el frío de la noche, es de madrugada, ahora sucede que me levanto pensando en una estrofa, las primeras letras de lo que escribo me ahoga, me emociona, pareciera empieza la transmisión y recreación de lo presente y lo pasado, soy un vago al que le encanta el canto, y celebrarse de forma épica, como lo es en este momento, sentado en medio de la noche en el silencio, bajo el cobijo de un manto luminoso y estrellado. Empiezan a aparecer mis metas del año, el año pasado he descubierto
Rezo en medio del silencio, de los órganos, del cielo estrellado para que este año mi alma se llene de júbilo y pueda sentir y compartir maravillosas experiencias, paisajes, proezas, descubrimientos y creencias. Que la musa travesía me acompañe día a día en la transmisión de mi poesía, que el verso se transforme en musical